- El Museo de Historia de Automoción continúa con su propuesta de “Pieza del mes”, para destacar un elemento relevante de su colección. Para este mes de mayo ha decidido presentar un automóvil del proyecto Pegaso Z-102, que este año celebra su 70 aniversario.
- Los Z-102 fueron vehículos de fama internacional, caracterizados por sus logros en competición, diseños de sus carrocerías, elegancia y rapidez.
- Fue un automóvil fabricado y diseñado, desde su concepción, para ser admirado y estar en manos de afamados personajes históricos.
- Hoy en día es una de los automóviles más codiciados del coleccionismo nacional e internacional.
El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca, continúa con su objetivo de promocionar y dar a conocer las joyas de la automoción que alberga su colección permanente. Todo ello en la confianza de recuperar su actividad y asistencia habitual; manteniendo la máxima prioridad de garantizar la seguridad sanitaria de todos sus visitantes, respetando todas las medidas sanitarias actuales y disponiendo de dos edificios dotados con amplias salas de exposición y espacios de seguridad.
En este mes de mayo, el MHAS ha decidido poner en valor uno de sus más llamativos descapotables: un Pegaso Z-102, carrozado por el prestigioso especialista: Pedro Serra. Se trata de una de las escasas unidades existentes, a día de hoy, en el mundo, del proyecto “Z-102”. Un proyecto nacional que constituyó un verdadero ”escaparate” vital para la industrialización del sector de la automoción de España y que vio la luz en el Salón Internacional del Automóvil de Paris, en el mes de octubre de 1951, y que este año cumple su 70 aniversario.
La elección de esta pieza, propiedad del Ayuntamiento de Salamanca, se debe a diversos motivos, entre los que destacan: su importancia por ser un automóvil único de una de las marcas con más repercusión internacional en la fabricación de automóviles, camiones y autobuses, durante la segunda mitad del siglo XX: PEGASO. Así mismo, fue un automóvil que compitió y brilló al más alto nivel, ante otras maravillas del ingenio automovilístico, tales como Jaguar XK, Aston Martin DB, Ferrari o BMW.
Un vehículo concebido en una España de postguerra, inmersa en el infortunio, con cerca de la mitad de la población actual, que no disponía de un parque móvil representativo. Para solucionar tanta carencia, se creó, en 1941, hace 80 años, el llamado “Instituto Nacional de Industria, INI”, dependiente del Ministerio de Industria. Dentro del INI existía el CETA (Centro de Estudios Técnicos de Automoción), al frente del cual se colocó al ingeniero Ricart, otro gran personaje de la historia de la automoción del Siglo XX, junto a Henry Ford y André Citroën. Ricart entró en el CETA procedente de Alfa Romeo, en donde había trabajado dirigiendo un gran equipo de técnicos, entre los que se encontraba Enzo Ferrari, como mecánico. Para ENASA, el proyecto Z-102 fue de gran importancia, e incluso vital, ya que, con su desarrollo, se introdujeron nuevos estándares de calidad en la industria de automoción y se investigó sobre nuevas materias primas y novedosas aleaciones.
Fueron producidas un total de 86 unidades, en la versión “Z”; 22 carrozadas por la propia ENASA, 5 por Serra, 18 por Saoutchick y 41 por Touring; las cuales se vendieron a un precio aproximado de 450.000 pesetas de la época, cuando el precio de un SEAT 600 era de 70.000 pesetas.
Entre los diferentes propietarios de estos particulares “Pegaso” hubo personalidades como Eva Perón, el presidente de Portugal (general Francisco Craveiro Lopes), la segunda baronesa Thyssen, el Shah de Persia, Rafael L. Trujillo (dictador de la República Dominicana) y el rey de Marruecos (Mohamed V).
En el caso del Pegaso Z -102 del MHAS, su primer propietario fue el «sportmen» Gonzalo Yémenes, que tuvo un accidente en el que su coche quedó completamente destrozado. Posteriormente, adquirió a Pegaso un bastidor nuevo, al que montó la mecánica del automóvil accidentado, y después encargo a Serra una carrocería. Tras Gonzalo Yémenes tuvo varios propietarios, entre los que se encuentra el torero Alfonso Cela (Celita II). En 1974 entró a formar parte de la colección Gómez Planche y fue restaurado. Hace unos años, el Ayuntamiento de Salamanca decidió proteger una pieza tan exclusiva y fue adquirido junto al Mercedes Benz 320 Cabriolet, del año 1938 (pieza del pasado mes de marzo, y ya presentada anteriormente dentro de esta iniciativa del MHAS).
Un magnífico automóvil que se convierte en la pieza del mes de mayo, por su trascendencia internacional y su cotización entre los coleccionistas más exclusivos.